miércoles, 11 de mayo de 2011

LA TIERRA Y SUS CAPAS




La Tierra es uno de los innumerables objetos -planetas, estrellas, satélites y un largo etcétera- que existen en el Universo. El nacimiento de nuestro planeta está íntimamente ligado con el origen del Sistema Solar. De la misma nube gaseosa que formó el Sol, y por la influencia gravitacional del astro, la materia residual comienza a realizar un movimiento giratorio en torno a él. De la condensación de estos residuos materiales se originan los núcleos originarios de los planetas que hoy conforman el Sistema Solar.
Aunque en permanente debate e investigación, ésta es la teoría científica más aceptada en el presente sobre el origen de La Tierra. Aunque claro, otras teorías no científicas, explican el nacimiento de nuestro planeta por otro medios.
La Tierra tiene una edad aproximada de entre 4,5 y 4,6 mil millones de años. Mientras que la edad del Sol alcanza los 5 mil millones de años, y la del Universo entre 15 y 20 mil millones de años.
Sobre aquellos residuos materiales que al condensarse conforman el núcleo del planeta, las lluvias de meteoritos y otros fenómenos físicos del Universo van constituyendo lo que podríamos decir es la estructura actual de La Tierra, elevando su masa lo que, a su vez, va formando la primera corteza continental y atmósferas gaseosas. Este proceso duró largos siglos, y cabe aclarar que la evolución de La Tierra en sí misma es un proceso que aún continúa.
La Tierra tiene una superficie de 510.065.284,702 Km2. De forma elipsoide, esfera achatada ligeramente en los polos, su diámetro varía en aproximadamente 43 Km entre el diámetro mayor (circunsferencia ecuatorial, 12.756,28 Km) y el diámetro menor (circunsferencia polar, 12.713,50 Km). El diámetro medio de La Tierra es, entonces, de 12.742,00 Km.


La atmósfera es la cubierta gaseosa que rodea al cuerpo sólido del planeta. La atmósfera terrestre está constituida por nitrógeno en un 78% y oxígeno en un 21%. El 1% restante lo conforman argón, dióxido de carbono, vapor de agua, hidrógeno, ozono, metano, monóxido de carbono, helio, neón, kriptón y xenón. La atmósfera presenta temperaturas variantes en cada una de sus capas o regiones, debido a distintas causas en cada caso, sea por el efecto de gases, radiación solar, la gravedad, etc.
La exosfera es la región desde el límite exterior de la atmósfera hasta la termosfera o ionosfera, que presenta temperaturas en crecimiento (debido en parte a la absorción de radiación solar). Debajo de estas capas se encuentra la mesosfera, que cuanto más lejos de la corteza terrestre se encuentre más bajas temperaturas presenta.
En la estratosfera se encuentra la mayor parte de ozono presente en la atmósfera, por lo tanto es aquí donde ocurre la absorción de la radiación ultravioleta del Sol. Como la mayor absorción de los rayos ultravioletas se realiza en la parte mas alta de la estratosfera es en este punto donde se encuentran las temperaturas más altas.
La troposfera es la capa de la atmósfera mas cercana a la superficie de la tierra, con una extensión de 10 a 16 km. En esta capa es donde se forman la mayoría de las nubes.
El estudio de los terremotos ha permitido definir el interior de La Tierra, estableciendo la estructura interna de nuestro planeta. Así, se distinguen tres capas principales. La corteza, la capa más superficial y fría de la Tierra; el manto, capa intermedia; y el núcleo, la capa más profunda del planeta, el centro mismo de La Tierra.
Con el nombre de corteza se designa a la zona más superficial, exterior, de La Tierra, conformada por masa sólida, y que está en contacto con la hidrosfera, la biosfera y la atmósfera. La corteza a su vez se divide en corteza oceánica y corteza continental.
La corteza oceánica tiene un grosor aproximado de 10 Km. aunque en determinadas zonas su espesor se reduce a 0 (cero), quedando el manto (la capa intermedia de La Tierra) en contacto directo.
Esta corteza a su vez se divide en subcapas, de acuerdo al material (tipo de roca) que lo conforma y a la velocidad (movimiento de las subcapas).
La corteza continental tiene un grosor medio de 35 Km, aunque en las zonas de cordilleras y cadenas montañosas, el espesor de esta corteza alcanza los 60 y 80 km. La corteza continental superior presenta una mayor velocidad de las ondas sísmicas, y está constituida por rocas sedimentarias sobre rocas volcánicas. La corteza continental inferior (por debajo de la primera) está compuesta por rocas basálticas de granito y diorita.
El manto, la capa intermedia ubicada entre la corteza (exterior) y el núcleo de la Tierra, es la más extensa de las tres capas que se ven si hiciéramos un corte transversal al planeta: llegando a los 2900 km de profundidad. El manto, al igual que la corteza, se divide en dos subcapas, manto superior e inferior.
El manto superior se extiende hasta los 650 / 700 km de profundidad desde la superficie, mientras que el manto inferior llega hasta los 2900 km desde la superficie de la Tierra. A medida que el manto se aleja de la corteza, su composición se hace menos sólida, pero aumenta su densidad. La división entre el manto superior y el manto inferior la fija la “discontinuidad de Repetti”, donde se produce una variación en la velocidad de las ondas sísmicas.
El núcleo de la Tierra, el centro mismo del planeta, tiene un grosor de casi 3500 km, y está constituido de la aleación de dos metales: hierro y níquel. Aquí es donde se genera el campo magnético de la Tierra. Existe un núcleo superior (externo) y un núcleo inferior (interno); el primero, aparece fundido, mientras que el segundo se encuentra en estado sólido.
A medida que avanzamos hacia el centro de la Tierra, crece la densidad en las distintas capas, llegando al núcleo interno o inferior, a una densidad de 10 kg/dm3, aproximadamente.
Esta “vista” de la estructura de la Tierra que presentamos corresponde a su estructura química. A su vez, también existe el criterio según la consistencia de los materiales, que establece dos capas o franjas especiales: la litosfera y la astenosfera, que abarcan a la franja superior de la superficie terrestre.
La litosfera, formada por la corteza y la zona externa del manto superior, es bastante rígida, presenta unos 100 km de espesor, y en ella, la velocidad de las ondas sísmicas aumenta constantemente en función de la profundidad.
La astenosfera es la franja inferior del manto superior, que se encuentra fundida parcialmente. Se extiende hasta los 400 km de profundidad, punto en el que el manto recupera su solidez y rigidez.

MOVIE MAKER CAPAS DE LA TIERRA

jueves, 7 de abril de 2011

CAPAS DE LA TIERRA (MANTO SUPERIOR).



MANTO TERRESTRE EN GENERAL

El manto es una capa de 2.900 km de grosor, constituida por rocas más densas, donde predominan los silicatos. A unos 650-670 km de profundidad se produce una especial aceleración de las ondas sísmicas, lo que ha permitido definir un límite entre el manto superior y el inferior. Este fenómeno de debe a un cambio de estructura, que pasa de un medio plástico a otro rígido, donde es posible que se conserve la composición química en general.

La corteza continental creció por una diferenciación química del manto superior que se inició hace unos 3.800 millones de años. En la base del manto superior la densidad es de unos 5.5. En la zona superior se producen corrientes de convección, semejantes al agua que hierve en una olla, desplazándose de la porción inferior, más caliente, a la superior, más fría. Estas corrientes de convección son el motor que mueve las placas litosféricas.

¿QUE ES EL MANTO SUPERIOR?

El manto superior (o manto externo) se inicia en la Moho, que está a una profundidad media de 6 km bajo la corteza oceánica y a una profundidad media de 35,5 km bajo la corteza continental, aunque puede alcanzar en ésta última profundidades superiores a 400 km en las zonas de subducción.
Las velocidades de las ondas sísmicas medidas en esta capa son típicamente de 8,0 a 8,2 km/s, que son mayores que las registradas en la corteza inferior (6,5 a 7,8 km/s). Los datos geofísicos demuestran que entre 50 y 200 km (o más en las zonas de subducción) de profundidad ocurre una disminución en la velocidad de las ondas P (longitudinales) y una fuerte atenuación de las ondas S (transversales), de ahí que esta región sea conocida como zona de baja velocidad.